Vivo la vida sí. La vivo y la escucho. La siento y la presiento. Cambio todas las palabras por sonrisas que pintar, empiezo la mañana cuando la noche se va. Nos fumamos las esquinas, bebemos cualquier río que pase por el medio, esnifamos el aire y hacemos tragar todo la mierda que suelten esas zorras. Es momento de brindar por todos los fracasos, por las cosas que no supe afrontar. Me bebo hasta las copas de los árboles, voy tan borracha y absurda que doy miedo, vestida y tan desnuda al conversar. Soy capaz de cruzar absolutamente toda la arena del desierto o llegar hasta el fondo del mar, puedo llegar a donde quiera. Hoy nadie me va a parar ni si quiera tú comiéndote los morros de alguien delante de mis narices, no eres nadie, porque si fuéramos lo que comemos más de una tenía cara de polla. No pongas barreras a tu libertad y si las pones rómpelas.

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